viernes, 29 de marzo de 2013

HACIA LA PRIMAVERA...



(Fragmento)

Hacia la primavera en la ciudad
los colorines tiñen con rojas pinceladas sus ramas desnudas,
las jacarandas tienden alfombras moradas
a la súbita
atracción de "las parejas pares".


(De Horizontes)



© Dolores Castro
© Carmen Amato

miércoles, 27 de marzo de 2013

LA POESÍA ABRE UNA VENTANA PARA ILUMINAR : DOLORES CASTRO



Por: Nohemí Sosa Reyna.

“Yo no sé qué lleva
más allá de mis ojos
y me dobla las fuerzas
como ramas”.

Encuentro en la poesía de Dolores Castro una sombra de melancolía.
Y aunque el mismo Aristóteles ha escrito que “los melancólicos son naturalezas serias y dotadas para la creación espiritual” (Problema XXX, I) ese sentimiento que acompaña a la edad adulta y a la tierra en otoño, impregna con dolor de ausencia la expresión de la poeta autora de El Corazón Transfigurado, y nos da enorme enseñanza de la amistad creativa, a través de los años, desde su amistad con la imponente escritora Rosario Castellanos y años después con Amparo Dávila y Enriqueta Ochoa, ascendiendo a las cumbres de nuestra literatura con el Grupo de los 8, al lado de la propia Castellanos, Alejandro Avilés, Javier Peñalosa –su esposo- , Roberto Cabral del Hoyo, Octavio Novaro, Efrén Hernández y Honorato Ignacio Magaloni.
  De ella expresa Alejandro Avilés “en esta rosa del alma, que es transfiguración del sentimiento, finca Dolores su lenguaje poético”, por su parte, su esposo le deja un caudal de luz, la poeta escribirá, “Todavía estoy prendida/ al fuerte canto de tu corazón/ activo y deslumbrante.” Muy cerca y en ese culto a la amistad, estarán Manuel Ponce, Inés Arredondo, Emilio Carballido, Luisa Josefina Hernández, Pita Amor y en su generación universitaria de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ernesto Cardenal, Ernesto Mejía Sánchez, Tito Monterroso, Otto Raúl González, Carlos Illescas y Ninfa Santos.
  En medio de este río caudaloso de talento y creatividad ¿cómo no iba a crecer la sensibilidad de Dolores Castro, entera y rebosante, sí es preciso hasta el dolor y el gozo entrañable?
  Así, Efrén Hernández, uno de los mejores narradores de nuestro país,  se refiere a ella así, “Sápida a ese gusto que adquiere cuando viéndonos requerida con demasiada asiduidad por la tribulación, se hace a estar y llega a considerar como suyas las estancias y las formas de la sensibilidad, la inteligencia de Dolores Castro ya casi no es reconocible en su voz, de tan húmeda y enternecida como ésta brota.”
  Aparece en su poema “Destino”, la permanente búsqueda, esa nostalgia de 
querer permanecer siempre iluminada por los otros, por Dios.

  Si no fuera porque al herirse piedra contra piedra
  algo va de nosotros en la chispa,
toda va de nosotros en el fuego que se aleja.

Este perderse así de iluminado,
este perder la cuenta
y la noción de sí, “

  En una ocasión conversamos en un receso del Encuentro de Mujeres Poetas en el País de las Nubes, en Huajuapan de León, Oaxaca, en plena Sierra Mixteca, como siempre sonriente y rodeada de poeta, citó aquel versículo de La Biblia, “de la abundancia del corazón habla la boca”, esa necesidad de comunicación humana, cálida, le ha dado fundamento con su poesía, ya lo escribió también en su ensayo: Dimensión de la Lengua en su Función Creativa, Emotiva y Esencial, ahí escribe y reflexiona, “ En los límites de la vida humana determinados por el espacio y el tiempo, la poesía abre una ventana desde 
donde ilumina las limitaciones nuestras”, así en el poema “Cantar”, dice:

Traigo la boca llena
con el eco del mundo
que llega
con su piel de oveja,
que se amansa y entra,
que dentro se acuesta
para crecer,
hasta quebrantar
mi pequeñez.
  
Lo que más nos sorprende en Dolores Castro es su personalísima voz, una voz no reconocida en toda su grandeza en nuestro país, una voz que aún en su búsqueda interior no olvida a los que sufren y a los desheredados, los marginados, los seres esforzados que sufren infortunios.

Allí están bien
silencien sus estómagos vacíos.
  En pocas palabras quita la vestidura hipócrita a la retórica política:
Hablar, hablar.
Bonito y adobado.
Palabras grandes
y de flor marchita.

En el libro “Soles”, publicado en 1977 y al que pertenecen los poemas que incluyen estos versos, encontramos uno de los puntos más altos de la escritora nacida en Aguascalientes, hace casi noventa años, ahí se incluyen poemas como “Los desollados”, “Y mudos ante el árido paisaje”, “Soles”.  Y en su libro “Cantares de Vela” (1960) encontramos poemas, expresionistas, de nuestro paisaje, muy bellos, como lo es “El Huizache”, creación literaria donde casi podemos oler el terso aroma de las minúsculas flores y logra casi humanizar el árbol, que viene a ser una alegoría del dolor del paisaje desértico mexicano.
   También encontré en este repaso biográfico que Dolores Castro ya tenía una increíble madurez, cuando apenas tenía veinte años, que dio lugar a la creación de su Corazón Transfigurado, un corazón que ya latía con dolor y añoranzas, ya era poeta, ya pagaba la dura cuota de los ojos abiertos ante el mundo, del sentimiento intenso y la consciencia plena.

Soy un pájaro roto que cayera del cielo
en un molde de barro;
soy el juego de un niño;
apenas soplo, lodo y su saliva;
soy el barro que guarda
este pájaro herido en la caída;
soy el caído pájaro que canta
en su dolor y en sus limitaciones;
soy todo lo que vuela, la ceniza,
el muro, el viento, el pájaro, el olvido.




 © Nohemí Sosa Reyna



FLUIR, VOLVERSE AJENO




Fluir, volverse ajeno
sin arrojarse al mar de cada instante y poseerlo
en su profundidad.

Recostarse en el parpadeo
y para huir del horror
no mirar.

Solo el mar vuelve una y otra vez.

Fluir es no volverse
no se siquiera estatua de sal.

Fluir, volverse ajeno,
conocer la tierra de Irás
y no Volverás.

                             (de Tornasol)


© Dolores Castro
© Carmen Amato

domingo, 24 de marzo de 2013

SOMBRA ADENTRO



Sombra adentro,
donde la dentellada de la muerte
pierde facultad,
donde la llama en azorado salto,
en pleno vuelo quiere sosegar,
una granada se abre,
velo en su intimidad.

Los témpanos se quiebran,
por bocanadas entra el mundo
hasta donde mi cuerpo
ya no sabe llorar.

Bajo plumón de noche,
empollada en tinieblas,
tiembla mi voluntad,
y se levanta.

Hace equilibrios, la domina el sueño,
y si se para quiere anidar,
y si quiere anidar,
con un soplo de mi alma
vuela la paja.

Lanza los ojos lejos,
allí quedan abiertos
como las aguas.

Pero acá, donde velo,
!ah, cómo pasa el viento,
cómo siega y arrasa
mientras tiembla mi voluntad
y se levanta!


                        ( De Cantares de vela)



© Dolores Castro
© Carmen Amato

sábado, 16 de marzo de 2013

YACE LA PIEDRA MUDA Y OBEDIENTE



Yace la piedra
muda y obediente.

Y la hierba solo se mueve hacia la luz.

Vagan los animales,
vagan y gritan en medio del azoro
de moverse entre los vivos.

Solo nosotros,
nostálgicos de ayeres, anhelando el futuro
empozamos palabras bajo el cielo,
desobedientes, sordos,
mudos ante el escándalo de la muerte.

                                     

 ( De Poemas inéditos 1990)



©Dolores Castro
©Carmen Amato

miércoles, 13 de marzo de 2013

PORQUE ENTRE BOCANADAS



Porque
         entre bocanadas
                  ahoga
                           la voz
                                    el aire,
he querido decir
y no he podido tanto
                                    como quisiera:
decir
con el fino pincel
                                    de la luz
         lo que la sombra calla en su volar.

Ser parte del pequeño milagro
que abre bien los ojos
dentro del
                           rutinario ritmo
                  de comer y dormir:

Ascender tras el ala de la sombra
hacia destellos
y a través de su única ventana
atrapar
el murmullo del sueño
al paso de la luz

que pasa cada vez
                         como única.

Y cómo
decir poco de ensombrecer
                  y tanto de iluminar
desde una sombría
sala
                  de espera,
y sin saber bien qué esperar.

                          
(de  A sombra luz)




© DOLORES CASTRO
© CARMEN AMATO







sábado, 9 de marzo de 2013

CON PALABRAS DE SOMBRA




         Con palabras
         De sombra
         Te glorifico
  Luz de la fuente
  Fuente de Luz.

                                                                 (De A sombra luz)



© Dolores Castro
© Carmen Amato

jueves, 7 de marzo de 2013

A CABEZADAS ROMPO ESTE SILENCIO





A cabezadas rompo este silencio.
Rumia tinieblas
mi boca terca.

Porque terca es la luz que rompe,
el agua que rompe
mis ojos arrasados,
donde la oscuridad
levanta y quiebra.

A cabezadas rompo este silencio
como la gota terca
de cabeza contra la roca
donde la sombra ahonda
cada vez con más fuerza.

A cabezadas rompo este silencio
porque terca es la sed.
Y yo bajo la tempestad
estoy sedienta.

No la contemplación,
no la quietud.
No el molusco que llora
su perla.

Desde la soledad de mi esqueleto
su débil cascarón
la muerte quiebra.

Traigo la boca llena
con el eco del mundo
que llega
con su piel de oveja,
que se amansa y entra,
que dentro se acuesta
para crecer,
hasta quebrantar
mi pequeñez.

                                         (De Cantares de Vela)



© Dolores Castro
© Carmen Amato