Esto
de separar los tiempos, las distancias
o
dividirlos:
¿En
dónde está esta tarde?
Cielo
lluvioso contemplado
desde
el ablandamiento del alma,
desde
el temblor del cuerpo que recibe
el
peso doloroso
de
la felicidad.
El
brillo de las gotas de la lluvia
no
más intenso que las miradas
ni
menos húmedo
ni
mejor.
Aquella
tarde no se encuentra
en
el corazón,
sino
en la hondura
más
honda que la carne,
la
distancia o el tiempo,
tarde
que nunca anochecerá.
(
De Qué es lo vivido?)
© Dolores Castro
© Carmen Amato
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